LA ISLA DE LOS INDIGENTES
A los que echaron su bote a la mar…
Dónde están las criaturas que forman las verdades.
Los afluentes que salvan con disimulo los hombros caídos.
Atascada miro al mismo puente, a la misma vida…
Qué ha sucedido con la métrica de la alegría.
Con los hijos de los hijos.
Busco rescatar la arcilla con la que Dios nos hizo.
Me desvelo.
Y cuento mis cuartillas sobre los espejos rotos de los años.
Mientras no vuelva a la razón solo pulso sobre la intriga de la historia y también me fatigo.
Espero que Dios no me acorrale entre sus pasos.
Espero.
Mientras que el arcoiris cuarteado de mi espera me coloca en los amigos lejanos.
La vida del exilio me alimenta.
Allí nadie me examina ni me llama insomne.
Aquí solo se sueña con aureolas escabrosas.
Con estiletes de truenos sin hinchar la risa.
Viva la bendita suerte de libertarnos los unos a los otros.
Viva la noche de luna de otro país.
Adonde el mar se huele su propio olfato.
Adonde el disimulo no memoriza odio.
Adonde la proa no es aguja de hilo para fugarse.
Ya cansada estoy de tirar las rodillas hacia estos otros vientos.
Pero soy una nómada en ésta huída final.
Soy la exaltación del inevitable exilio.
Así lo dice el Padre Nuestro que grito todos los días y a toda hora
a la sinrazón de este terror.
Algo ya me sucede justo cuando espero la noche.
Veo luciérnagas, espartos.
Una legumbre cayendo desde su miseria hasta las nubes.
Mi misión es primordial.
Debo partir.
Acudo al parto de Jesús sin premonitorias palabras de rezos.
No lloro con este parto.
Ya solo mi llanto se escucha en la ambivalencia de la luz cuando me llama y estoy desnuda.
Muy desnuda de lágrimas.
Quiero matar ahora a estos gallos que cantan alegres diciéndole adiós al día.
Y solo una aventura poética me detiene.
Disfruto de ella en su compañía, en su interpretación por mis sueños.
Freud está conmigo y le cuento la historia de ésta isla de los indigentes.
No puedo ni quiero callármela.
Espero que Dios me perdone estos abusos de lo fiel a lo insomne.
Siempre he querido ser una distinta a lo que soy.
Espero serlo pero sin indigencia.
Idania Bacallao Iturria
Rancho Veloz, diciembre, 2016
Sobre la autora:
Idania Sara Bacallao Iturria (Villa Clara, Cuba, 1957) es una de las autoras incluidas en el Catálogo Yulunkela de CAAW Ediciones, con dos libros publicados: A Gabriel no lo mató la luna (2015) y La hija del agua (segunda edición revisada, 2016). Actualmente, su libro Estoy loca por ti. Ana de mis amores está en proceso de edición para ser publicado al finalizar 2016.
Narradora, poetisa y artista plástica, Idania Bacallao Iturria ha recorrido el amplio mundo de la literatura a través de la poesía, relatos y críticas. Su obra, La hija del agua, marcó el exitoso inicio de su carrera literaria, donde predomina la temática erótica femenina con un marcado estilo surrealista. Siendo una de las voces eróticas femeninas más importantes de la región central de Cuba, fue silenciada por el oficialismo y ahora, CAAW Ediciones está rescatando a la escritora, con la publicación de sus libros inéditos, y la reedición de los títulos publicados.
Los libros de CAAW Ediciones pueden ser adquiridos en Amazon y BajaLibros