Palabras de presentación de Legna Rodríguez Iglesias para el libro Medulla oblongata, de Kelly Martínez-Grandal, el viernes 29 de septiembre, en Altamira Libros, en Miami.
Alfabeto cubano de Mongolia / Alfabeto venezolano de Rumanía:
los únicos poemas que puedo escribir son plegarias,
las únicas plegarias que puedo elevar son poemas.
Kelly Martínez-Grandal
A.
Adentro.
Todo sucede allí, donde debe suceder, en la cabeza de un Dios, o por así decirlo, en La Cabeza Importante. Una cabeza importante es mejor que cualquier cabeza.
B.
Borde.
Hay un borde allí, un margen que nos separa o embute, a veces. Una finísima línea divisoria entre la poético y lo textual, entre lo ajeno y lo íntimo, entre lo social y lo individual.
C.
Cuerpo.
El cuerpo de ella, de Kelly Martínez-Grandal (La Habana, Cuba, 1980) está presente aquí. Tiene brazos y camina, con los brazos, con los dedos, con el lápiz, por un sendero de memorias muertas. El cuerpo está muerto, en esa muerte transcurre la vida.
CH.
Choque.
Cuando choco y me caigo, cuando tropiezo con aquello que he chocado, no es una pared, es la falta de presencia. Rodea a Kelly Grandal una ausencia, unos humos densos, una neblina histórica. Kelly, te has quedado sola en el poema.
D.
Decir.
En poquísimas páginas (la mitad de las páginas exactamente, porque la otra mitad está ocupada con las traducciones al inglés de los poemas por la traductora Margaret Randall) organizadas así por su autora, porque así lo quiso y así terminó siendo, una pequeña Ópera Prima de 50 bilingües páginas, hay un único objetivo, estético y literario, y ese objetivo es: decir.
E.
Espejo.
Tal vez me estoy equivocando y este libro es otra cosa. Lo he leído y me he visto, me he mirado de arriba abajo y me he encontrado fea, sucia. Los recuerdos de la infancia y de las infancias de los otros han venido a mí, a preguntarme por qué. Este libro es un espejo. Una concavidad.
F.
Fuerza.
Desde la primera imagen, las espaldas de un bisonte, su nuca, su columna erguida, doblada, acostada, lo que presiona es la fuerza. Fuerza frágil del poema frágil. El poema de la familia, a pesar de su fuerza, es frágil. El poema que se dobla. La columna elástica, la forma. Interesa la forma, la ilustración. Interesa la fuerza de la ilustración. Forma sin nombres. No hay nombres. Hay fuerza y continuidad. La imagen o el espejo. Yo me quedo con la imagen, y lo que la provoca.
G.
Golpe.
Un golpe bien dado debe doler. Un mazazo en la medulla debe atolondrar. Sustituir poema por golpe y dejar que la lectura haga su parte. Sustituir viaje por golpe y dejar que la escritura haga su parte.
H.
Hiposulfito.
Se trata, ahora, de la limpieza. La limpieza del poema, preciso, conciso, desencadena otro tipo de golpe, uno parecido a la verdad, como cuando te dicen la verdad en tu cara, y tu cara sufre ese peso, el peso de la verdad. Con ácido hiposulfuroso se ha limpiado la casa del poema, las paredes del poema y sus contornos, su edición. La verdad del poema es la verdad del mundo, al leer el libro de Kelly Martínez.
I.
Isla.
El arrastre de la isla, manida y fallida, el fallo. Cuesta la isla. Su presencia importa. Desconsuelo insular que, aunque no duela, coge. ¿La isla que me coge, me tiene, es la misma isla de Kelly Martínez? ¿Dónde tú naciste?
J.
Jardines.
Se nace en un jardín. Se transita de un jardín a otro, saltando como lagartos o cualquier tipo de animal ovíparo. Se pasea en el jardín de flores venenosas y de hermosuras fotosintéticas. Cuando leo jardines, en el libro, es como si leyera espinas, o menos directo, viaje.
K.
Koniek.
Libro extranjero de la escritora extranjera que emigra constantemente y adopta una, dos, tres nacimientos, tres casas, tres despedidas, tres países, ¿cuántos presidentes? Múltiples residencias del poema. El fin.
L.
Lengua.
Sin lengua no hay poema. Sin lengua no hay espejo. ¿Has pasado alguna vez tu lengua por un espejo con el fin de acariciarte, conocerte? Este libro pudiera ser un conjunto de párrafos cortados y palabras cortadas y lenguas sueltas, pero su resultado, único, es el autoconocimiento, una caricia.
LL.
(ninguna palabra con doble ele)
M.
Medulla.
Medulla madura modula muy dura la mula. Cualquier libro con esa palabra en el título me va a llamar la atención.
N.
No.
Antes de la negación, la concisión. Leo en el primer libro de Kelly Grandal un espacio finito, entrecortado. La enfermedad de la síntesis, me quiero contagiar. Todo aquello que planteaba Cioran sobre la síntesis y decir nada más lo único que hay que decir. En este libro se dice lo único. «No la luna.» «En ti la sombra del cielo/ donde no nos vimos.»
Ñ.
(ninguna palabra con ñ)
O.
Oblongata.
El bulbo raquídeo o médula oblonga es el más bajo de los tres segmentos del tronco del encéfalo, situándose entre el puente troncoencefálico o protuberancia anular, por arriba, y la médula espinal, por debajo. Presenta la forma de un cono truncado de vértice inferior, de tres centímetros de longitud aproximadamente. La historia como un sistema cónico. El libro como un sistema encefálico.
P.
Padre.
Figura del padre, figura del presidente, figura del poder. Sociedad patriarcal a la que nos debemos. Mi padre esto y mi padre aquello, y el padre de mi madre esto y el padre de mi padre aquello. Masculina la sociedad. Travesti la sociedad y travesti la familia, ambos sustantivos femeninos. Kelly Martínez lo sabe. Bajamos la cabeza, apenadas.
Q.
Qué.
¿Qué libro escribir? ¿Por qué? ¿Para qué desmedularse, oblongarse, exponerse? ¿Era necesario? Otra vez Ciorán: Lo importante en el arte es la necesidad. El poema necesario, la violación necesaria, un campo traviesa.
R.
Roja.
No roja, pero roja. Mujer roja o rosada o «purple», una palabra en inglés que se pronuncia con los labios hacia afuera. Roja, rojiza, rosácea, enrojecida, morada, aterciopelada, flor, coliflor. La zona rosa de la poesía no tiene prostitución aquí. Tiene elegancia y sabiduría, y un sufrimiento rojo imposible de descifrar. Coincido en ese sentido con las palabras preliminaries de la traductora Margaret Randall: escritura vieja. Y por eso mismo, atractiva.
S.
Serpiente.
Más de una vez la serpiente. Más de una vez vida y muerte. Protectora del poema, la serpiente se arrastra por el libro, acariciando el tesoro. Otro tesoro: la traducción. Libro bífido, bilingüe. Dejarse envenenar. Dejarse morder.
T.
Tabaco.
La tradición. La cosecha del tabaco y el campo de tabaco como un paisaje de fondo. Cuba, el país donde nací que no pude conocer. La escuela Mariana Grajales envuelta en humo de tabaco, ese es el poema que no está en el libro, el poema que falta. Los niños de Mongolia en la escuela cubana de Mongolia, y más tarde la juventud rumana en la universidad venezolana, como un campo de tabaco, envuelta en humo, difuminándose.
U.
Utra.
Buenos días, buenos días a ti Kelly Grandal. Buenos días al poema en el poema, a pesar de todo, con un optimismo austero, un optimismo basado en la felicidad pasada, porque también hubo eso, felicidad. Hubo buenos y hubo días. Días, ese también podría ser el título de la Medulla Oblongata.
V.
Vientre.
En mi estado mental, un defecto constante de gestación, leo vientre y me abro. Otro tipo de femeneidad que concilia al padre con los días y a la serpiente con el tabaco. Es de donde surge la respiración, un tono escritural marcado, otra vez, por una pausa. Hago pausas, respiro, inflo el diafragma, leo. Leo mejor con vientre que sin vientre. Me pongo el libro en el vientre como si Kelly Grandal, en sueños, me hubiera dicho: Legna, ponte mi libro en el vientre. El vientre que se llenó de utra.
W.
(ninguna palabra con doble uve)
X.
(ninguna palabra con equis)
Y.
Yaga.
La yaga no es una herida, es otra persona. Kelly Martínez-Grandal es tal vez otra persona. Sobre su medulla hay una maldición y también una bendición. Extranjera, Kelly, acude al folklore de nuevo para maldecir los días. Las páginas extranjeras de un libro bilingüe, extranjero, que deambula entre otros libros como un zombi de la literatura latinoamericana.
Z.
Zapatos.
Al quitarme los zapatos, por falta de sombrero, agradezco a Kelly Grandal la oportunidad de haber leído en privado, muy estresada, su maldición. Bienvenidos sean, para mí, todos los libros que vengan a maldecir, a mal expresar aquello que por mal visto no se expresa. Agradezco a su editora Yovana Martínez haber editado algo que tal vez no sea bueno, en ciertas páginas, porque hay ríos de sangre. Agradezco a la artista Ivette Díaz haber completado el ciclo con unas ilustraciones posiblemente terribles. Agradezco a la diseñadora Faride Mereb haber metido sus manos superstar y haber creado un producto de la talla de Medulla. Agradezco, además, a Margaret Randall, la cortesía de traducir. Felicidades.
Legna Rodríguez Iglesias
Miami, 28 de septiembre de 2017
Medulla oblongata está disponible en Amazon, CreateSpace eStore y Altamira Libros, en Coral Gables.